Colombia crea una zona especial para recibir a disidentes de FARC durante diálogos de paz

BOGOTÁ (AP) — La administración colombiana formalizó la creación de una zona especial destinada a un grupo armado ilegal que participa en diálogos de paz, como parte de los esfuerzos para facilitar su transición a la vida civil, según un decreto divulgado por la Presidencia el pasado viernes.

La denominada Zona de Ubicación Temporal estará vigente durante siete meses y albergará a miembros de facciones disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que optaron por no adherirse al histórico acuerdo de paz firmado con el gobierno en 2016.

Desde octubre de 2023, el gobierno de Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia, ha estado en negociaciones con estos grupos disidentes, tras establecer oficialmente la mesa de diálogo como parte de su política de “Paz Total”. Sin embargo, una parte considerable de estos grupos abandonó las negociaciones en 2024. A pesar de ello, el gobierno ha continuado el diálogo con una minoría que se hace llamar “Estado Mayor de los Bloques”.

El Frente 33, que forma parte de esta autodenominada estructura, será el grupo que se asiente en la zona especial ubicada en Tibú, un municipio convulso de la región de Catatumbo, en la frontera con Venezuela, que ha sido escenario de enfrentamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) desde enero.

Los conflictos en Catatumbo han dejado un saldo alarmante de más de 96 muertos y 56,000 personas desplazadas, según reportes de la Gobernación de Norte de Santander desde el 16 de enero.

El decreto aclara que en los primeros 45 días los disidentes se trasladarán a esta zona, cuya exacta localización se mantendrá en reserva. Elizabeth Dickinson, analista senior para Colombia del International Crisis Group, destacó que la iniciativa de establecer zonas especiales para facilitar acuerdos que beneficien a la población civil es loable, aunque enfrenta desafíos significativos.

“¿Cómo se garantizará la seguridad de este proceso frente a las acciones del ELN, que ya ha consolidado su presencia en la zona y ejerce presión sobre la población civil? Si el público conoce la ubicación en Tibú, la protección para el Frente 33 y los habitantes será muy complicada”, sostuvo Dickinson en declaraciones a The Associated Press.

Los constantes enfrentamientos entre ambos grupos armados, junto con las operaciones militares del Ejército para recuperar el control territorial tras la ola de violencia desatada en enero, aumentan la complejidad de la situación. El decreto menciona que el gobierno adoptará las “medidas necesarias y eficaces para garantizar la seguridad de la población y los disidentes”, y también especifica que en la zona de ubicación estarán suspendidas las órdenes de captura —incluyendo las de extradición— para estos grupos armados.

Los disidentes podrán ingresar a la zona sin necesidad de entregar sus armas, dado que el decreto solo menciona que se establecerán mediante un acuerdo “las condiciones, responsabilidades y modalidades para la disposición del material de guerra”.

Dentro de esta zona especial, los disidentes se comprometerán a implementar un plan que garantice la desvinculación de menores de edad de sus filas, y colaborarán en la elaboración de un plan para buscar personas desaparecidas así como en tareas de desminado humanitario.

Según Dickinson, es un “gran avance” que los diálogos con el Frente 33 reconozcan la presencia de menores en sus filas, aceptando su devolución y el compromiso de no reclutarlos de manera forzada en el futuro.

Por último, los disidentes se comprometieron a implementar un plan de “transformaciones territoriales para la paz”, facilitando la sustitución de economías ilícitas, como el cultivo de hoja de coca, en una región clave para los grupos armados debido a su cercanía con Venezuela.