"Anticipo" de Francisco, en la primera fila de sus primeros días
Por Alberto Lotuf.
21/04/2025 | 21:24Redacción Cadena 3 Rosario

Eran los primeros meses de (Jorge Mario) Bergloglio como Papa, en esta inolvidable fotografía personal. Una Semana Santa de las tantas milenarias y acudiendo expresamente a Roma, con el objetivo, como católico, de tomar contacto con el Vicario de Cristo. Era el gobierno de Cristina.
Eduardo Valdés, el hombre que había sido designado por ella y su marido como embajador ante la Santa Sede, no se cansaba de buscarle la vuelta para la recepción papal de la ex presidenta. Todavía estaba muy presente la manifestación pública de ellos acusando al nuevo pontífice como el jefe espiritual de la oposición en la Argentina.
Ya habían ninguneado los funerales de Juan Pablo II, en un hecho absolutamente irrespetuoso.
De haber sabido que se perdieron la oportunidad de estar con los líderes del mundo occidental y también los del otro lado, lo hubieran pensado dos veces y seguro se habrán arrepentido por haberle fallado a cientos de miles de católicos argentinos.
Eduardo Valdés y Monseñor Karcher facilitaron mi llegada de manera inolvidable.
Ambos nos ubicaron, junto a mi mujer en primera fila.
Ambos me decían: “No dudes en sacar tu grabador y preguntarle algo”.
Lo hice. Lo abracé. Le agradecí cómo feligrés los intentos por reformar aspectos en desuetudo de la Iglesia y lo que siguió fue su locuacidad para restarle importancia. Saludó a mis oyentes y luego fue todo emoción. Francisco todavía no había dado notas particulares al periodismo argentino y faltaba muy poco para que lo hiciera. Lo tomé como un anticipo de lo que sería después: una costumbre absolutamente poco común en el Obispo de Roma.
Lo que siguió fue muy personal. Llevo en mi corazón sensaciones perennes, de quien fue el argentino más importante de la historia (que no supimos aprovechar como Nación).