Economistas critican superávit fiscal que anunció el ministro Luis Caputo en mayo

El ministro de Economía, Luis Caputo, presentó cifras que indican que, a pesar de la disminución en la recaudación, el sector público nacional logró un superávit primario de $ 1.696.917 millones durante mayo, lo que equivale a aproximadamente 0,2% del PIB, junto con un superávit financiero de $ 662.123 millones. Sin embargo, este informe generó una nueva controversia entre economistas que respaldan al gobierno y aquellos que cuestionan la veracidad de la información presentada.

Las críticas se centran en el método de cálculo utilizado para determinar los resultados y cómo se asignan a los diferentes elementos que comprenden la situación económica y financiera del Estado. Economistas críticos como Carlos Rodríguez y Walter Graziano, quienes comparten un punto de vista escéptico, publicaron recientemente un artículo de opinión en el diario Clarín exponiendo sus argumentos.

Ambos economistas subrayan declaraciones anteriores de Javier Milei, quien mencionó que heredó un déficit fiscal que ascendía a 15% del PIB, desglosado en 5 puntos del Tesoro y 10 puntos del Banco Central. Aseguran que los 5 puntos correspondientes al Tesoro fueron eliminados gracias a la gestión y a la licuación de ingresos de amplios sectores de la sociedad. Sin embargo, cuestionan los 10 puntos atribuibles al BCRA, señalando que tras una transferencia previa, los bancos ya no tienen deuda del BCRA, sino obligaciones del Tesoro, lo que indica que, lejos de haber habido una reducción de la deuda en pesos del Estado, se ha incrementado.

Rodríguez y Graziano sostienen que si el déficit provocado por la deuda del BCRA ha desaparecido, como afirma el presidente, esto solo puede ser posible si las tasas de interés se han reducido prácticamente a cero, algo que no ha sucedido. Expresan la necesidad de aclarar ciertos errores conceptuales que surgen entre los economistas, quienes tienden a contabilizar la inflación como un ingreso real del BCRA. Por ejemplo, argumentan que si la tasa que se paga por los bonos estatales es del 3% y la inflación es también del 3%, algunos economistas pueden erróneamente concluir que la deuda en pesos ha desaparecido completamente.

Los críticos describen esta interpretación como absurda y sugieren que estos errores conceptuales llevan a la noción errónea de que más inflación significaría un mejor resultado fiscal. Aseguran que quienes han sabido medir correctamente el déficit, como Javier Milei, lo hicieron en su momento al afirmar que el déficit del BCRA llegaba al 10% del PIB, y ahora plantean preguntas sobre cuál es la situación actual de ese déficit.

Los economistas destacan que en la actualidad, la deuda del Tesoro se eleva a aproximadamente $ 240 billones, de los cuales 45% tiene tasa fija y 55% se encuentra indexado a la inflación o al dólar oficial. En este contexto, estiman que el déficit anual de la deuda en pesos del Tesoro alcanza un total de $ 79,2 billones, lo que, considerando un dólar de $ 1.200 y un PIB de US$ 650.000 millones, implica que el verdadero déficit financiero en pesos está actualizado a un 10,15% del PIB.

Además, indican que hay que considerar también el déficit financiero en dólares, cuyo monto asciende a unos US$ 200.000 millones a una tasa de 3,5%, lo que lleva a un déficit total en moneda extranjera de 1,1% del PIB. Así, el déficit financiero combinado entre pesos y dólares se aproxima al 11,25% anual, lo que resulta ser bastante superior a lo que el gobierno declaró haber heredado.

En el análisis se cuestionó cómo es que esta situación puede ser real, y se sugirió que la respuesta puede hallarse en la compleja relación entre el interés compuesto y una considerable expansión monetaria que se ha dado durante meses. Se destacó que el presidente Milei llegó a la gestión con una masa monetaria de 46,2 billones en noviembre de 2023, la cual se triplicó a 132,5 billones, pero sin que esto se tradujera en un aumento significativo en las reservas netas, llevando así a la necesidad de solicitar asistencia urgente al FMI.

Finalmente, los economistas indican que el incremento de la masa monetaria en 187% ha coincidido con una inflación acumulada del 209%. A partir de esto, concluyen que es inédito que el presidente, siendo un conocedor del tema, no comprenda lo que está sucediendo, sugiriendo que si esto fuera el caso, no se habría apresurado tanto para requerir ayuda del FMI. Plantean que, aunque hoy la masa monetaria sea similar a la de noviembre de 2023, la tasa de inflación se ha disminuido debido a que el dinero estaba casi remunerado a una tasa similar a la inflación, reduciendo así su costo de oportunidad.

En correlación con este tema, subrayan que la tasa de remuneración de los nuevos Pasivos del Tesoro es del 33%, similar a la inflación actual, lo que confirma que en una economía donde se remunera el dinero mediante la emisión de más dinero, esta tasa de remuneración es fundamental para influir en la inflación. En conclusión, enfatizan que el déficit declarado por Milei en su momento se ha incrementado, y advierten que si no se reduce rápidamente, los problemas económicos podrían volver a surgir más pronto que tarde.

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