El atraso cambiario condiciona la marcha de la economía
23/06/2025 | 07:26Redacción Cadena 3 Rosario
El gobierno sostiene que el dólar está libre y que su valor responde a la oferta y la demanda. Sin embargo, esta afirmación no refleja la realidad actual.
Se observa un récord de dólares que salen del país debido al turismo en el exterior, con una balanza de turismo muy deficitaria. Los altos precios en Argentina desincentivan la llegada de turistas, incluso de países cercanos como Brasil. En Mendoza, la industria gastronómica ha invertido en mejorar su oferta, pero la falta de visitantes afecta gravemente su rentabilidad.
Además, la balanza comercial se deteriora. Las exportaciones caen y las importaciones, especialmente de productos de consumo masivo, aumentan significativamente. La logística se convierte en una de las pocas industrias en crecimiento, ya que las personas buscan nuevas oportunidades laborales en este sector.
Los precios en Argentina son exorbitantes en comparación con otras partes del mundo. Por ejemplo, el café instantáneo, la cerveza y las hamburguesas son más caros que en ciudades como Nueva York. Esto se debe a decisiones gubernamentales que no permiten la compra de dólares y que llevan a una emisión de pesos que no respalda la acumulación de reservas.
El gobierno busca mantener el dólar bajo, pero esto genera un efecto adverso en la economía. La situación actual no es sostenible y no se traduce en una modernización del país. Los funcionarios celebran logros puntuales en ventas de bienes durables, pero esto no refleja la realidad del mercado laboral ni el poder adquisitivo de los salarios.
Las empresas enfrentan presión salarial y, a pesar de que los salarios en dólares pueden ser competitivos, la inflación desanima la creación de empleo. La búsqueda de soluciones tecnológicas para reemplazar empleos se vuelve una opción viable ante la falta de competitividad.
Es crucial no confundir una recuperación económica superficial con un crecimiento sostenido. La economía argentina necesita una corrección en sus precios relativos para evitar tensiones cambiarias y especulación. Un manejo más sensato por parte del gobierno podría prevenir distorsiones en la macroeconomía y facilitar la recuperación económica.