Marco Dianda, el piloto cordobés que sueña con el TC sin olvidar sus raíces
Con solo 17 años, Marco Dianda brilla en el automovilismo argentino. Desde Guatimozín, este joven piloto combina su pasión por las carreras con el estudio, demostrando que los sueños son alcanzables con esfuerzo y dedicación.
23/05/2025 | 14:35Redacción Cadena 3
-
Audio. Marco Dianda, el piloto cordobés que sueña con el TC sin olvidar sus raíces
La Argentina Posible
En un rincón de Córdoba donde las ovejas y vacas son vecinas, crece una promesa del automovilismo argentino. Con apenas 17 años, Marco Dianda —nacido y criado en Guatimozín, una localidad de poco más de 2.000 habitantes— está dejando su huella en las pistas nacionales. Su historia es la de un joven que persigue su sueño con convicción, trabajo y una madurez poco habitual para su edad.
“Desde muy chico supe que quería correr. Arranqué a los 8 años en karting provincial de tierra. Después pasé al asfalto, fui a correr a Buenos Aires, participé en campeonatos argentinos, sudamericanos, incluso pude probar fórmula en Italia. Pero siempre el sueño fue llegar al TC”, relata Marco con naturalidad.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
A los 14 años rompió moldes: se convirtió en el primer piloto en ganar una carrera del TC Pista Mouras con solo 14 años y 11 meses. “La edad siempre fue un número para mí. Competí con chicos más grandes, ahora con hombres. Lo importante es trabajar para acortar esa brecha”, afirma. Hoy compite en el TC Mouras y es escolta en el campeonato, a solo tres puntos del líder. También ganó recientemente en el TC Pista Pick Up.
/Inicio Código Embebido/
Emprender e impactar. Con plástico reciclado fabrica canilleras que usan los clubes profesionales
Con apenas 17 años, Tomás Machuca transformó un problema cotidiano en una empresa con impacto ambiental y social. Hoy, a sus 23, ya cuenta con un equipo que lo acompaña en este sueño.
/Fin Código Embebido/
El talento no pasa desapercibido en los boxes. “Es lindo que te reconozcan en el autódromo. Que alguien como Werner o Canapino te cruce y te salude. Hasta hace poco los veía como inalcanzables”, dice, entre asombro y orgullo. Pero no se marea: “Hay que seguir trabajando. La victoria en el TC Mouras va a llegar”.
La vida de Marco no es solo velocidad. Combina su intensa actividad deportiva con el último año del secundario. “Siempre me llevé las carpetas a los hoteles. Mis compañeros me pasaban las clases y el colegio me acompañó un montón. Nunca me llevé materias, tengo buenas notas, me gusta estudiar”, cuenta con responsabilidad. Aunque, admite, algo se resigna: “Cumpleaños, fiestas, asados con amigos… hay muchas cosas que me pierdo. Pero si te gusta el durazno, bancate la pelusa”.
/Inicio Código Embebido/
Disfrutar de la vida. Empezó a correr a los 72, cruzó los Andes 5 veces y a los 90 vive con plenitud
Elisa Sampietro Forti, compartió su historia de vida, desde su infancia en Italia hasta convertirse en una apasionada corredora en Argentina, inspirando a sus nietos y desafiando sus propios límites.
/Fin Código Embebido/
A futuro, piensa mudarse a Buenos Aires para estudiar. “Me interesa algo vinculado a administración, marketing o relaciones públicas. Ingeniería me encanta, pero no me daría el tiempo por lo que implica el automovilismo”.
Uno de los momentos más curiosos de la entrevista fue cuando habló de Franco Colapinto: “Lo conozco, tenemos amigos en común. Lo fui a ver cuando corría en Europa, jugamos al padel juntos”, cuenta. Y agrega con una sonrisa: “Le gané… le puedo decir que le gané a Colapinto al padel”.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
Más allá de la anécdota, el respeto es total: “Es un orgullo nacional. Está en la mejor categoría del mundo. Lo tengo como un modelo a seguir. Yo estoy lejos de la Fórmula 1, no es mi objetivo, pero lo admiro mucho”.
Y sobre su lugar en el mundo, lo tiene claro: “Guatimozín es mi casa, mi refugio. Vivo a las afueras, con animales alrededor. Quizás me toque mudarme, pero siempre va a ser mi punto de partida y de llegada”.
En un país donde soñar a veces parece un lujo, la historia de Marco Dianda demuestra que con compromiso, pasión y esfuerzo se puede. Que desde un pueblo pequeño también se puede apuntar alto. Que hay una Argentina posible.
Entrevista de Claudio Giglioni.