¿Cuál es tu método favorito para pagar?
16/06/2025 | 12:02Redacción Cadena 3
¿QR o transferencia? ¿No es, quizás, la pregunta más repetida en los comercios de la Argentina?
En los últimos años, el ecosistema de pagos en Argentina ha experimentado una transformación radical. El efectivo y las tarjetas físicas han perdido terreno frente al crecimiento sostenido de las billeteras virtuales, que hoy se consolidan como una de las formas más utilizadas para pagar bienes y servicios en el país. Argentina lidera el uso de estos medios digitales en América Latina, con un impulso definitivo a partir de la pandemia que forzó la digitalización masiva de las transacciones cotidianas.
En 2023, el 25% de los pagos en el país se realizaron mediante billeteras digitales, igualando al porcentaje de operaciones en efectivo. Le siguieron las tarjetas de débito, con un 21%, las de crédito con un 20% y otros métodos que alcanzaron el 9%. Estos datos confirman una tendencia que parecía lejana hace apenas una década: el efectivo, que en 2014 representaba el 44% de los pagos a nivel mundial, cayó al 15% en 2024. La digitalización avanza a ritmo firme, favorecida por la practicidad, la seguridad y las ventajas económicas que ofrece.
La comodidad se ha vuelto un argumento clave. Hoy, muchas personas eligen salir solo con el teléfono en la mano, sabiendo que desde allí pueden resolver cualquier pago sin necesidad de billetes. Además, los bancos han adaptado su infraestructura a esta nueva realidad: aumentaron los montos permitidos en cajeros automáticos y redujeron tanto su cantidad como el uso en sucursales, reflejo del escaso interés por operar en efectivo.
En la práctica, sin embargo, persisten matices. En distintos puntos del país, algunos comercios aplican recargos por pagos con QR o transferencia, especialmente cuando las operaciones se registran formalmente. Si bien en teoría el pago digital no debería tener costos adicionales si se hace en blanco, muchas veces el comercio traslada los gastos de las plataformas o decide favorecer el efectivo, que no deja huella fiscal y por lo tanto implica menos carga impositiva.
Este comportamiento da lugar a situaciones curiosas: un negocio puede no aplicar un recargo si se paga en efectivo sin factura, pero sí hacerlo si el cliente la solicita. También existen límites en la cantidad de transferencias que se pueden recibir sin declarar, lo que llevó a muchos comerciantes a tener múltiples cuentas o billeteras virtuales, rotando entre ellas para no superar los topes diarios. En ese contexto, todavía se observan prácticas informales que intentan esquivar el marco regulatorio, aunque cada vez con menos margen.
Las estadísticas regionales también reflejan diferencias: mientras que en Brasil solo el 17% de las operaciones siguen siendo en efectivo, en México el número asciende al 35%, influido por la prevalencia del comercio informal. En Argentina, la tendencia parece alinearse hacia la bancarización, aunque con fuertes contrastes según la provincia o el rubro comercial.
El crecimiento del uso de billeteras virtuales no solo responde a la modernización tecnológica, sino también a nuevas posibilidades financieras. Algunas plataformas permiten invertir los fondos disponibles y obtener intereses diarios, generando un rendimiento impensado para quienes hasta hace poco sólo usaban una cuenta sueldo.
Según una encuesta reciente, el 43% de los encuestados prefiere la tarjeta de crédito como método de pago principal, seguido por QR y transferencias con un 35% en conjunto. El efectivo, a pesar de su retroceso, aún conserva un 22% de participación, especialmente en sectores o regiones donde la digitalización avanza con mayor lentitud.
